Jorge López Conde es uno de los nombres escondidos en este curioso Naming de Lotocoho, cogiendo las dos primeras iniciales del apellido de los que conforman su equipo.
Ya en sus pasos como estudiante de arquitectura, despertó interés por las geometrías puras y las cosas bellas. Comienza su experiencia profesional en algunos de los estudios de arquitectura que él más valoraba y admiraba. De ahí, pasa a hacer un máster en el IED, donde desarrolla el diseño de
mobiliario que se adaptaba al cuerpo, que más tarde pasaría a ser joyas. Este es el germen de lo que hoy conocemos como Lotocoho. Este proyecto le lleva a EGO en Cibeles de la mano de una diseñadora que se enamora de las 4 piezas que había elaborado.

 


En un abrir y cerrar de ojos de 4 pasa a 50 piezas, y comienza a desarollar su propia marca, y a realizar colecciones buscando a que campo pertenecen.
Parecía que no se les consideraban joyas, pero ellos pusieron remedio a esto elaborando colecciones más precisas y desarrollan nuevas técnicas.

Su ascenso fue meteórico llegando a tener varios Showrooms y realizando 4 colecciones al año. Lotocoho, sabía desde el principio que la elaboración de un Business Plan era esencial para que todo funcionara adecuadamente, y de ese modo nos cuenta todo lo que se hace imprescindible en una
empresa como esta para que luego el producto final funcione.


A día de hoy, también está trabajando con Foster en el desarrollo y conocimiento de materiales, que le está abriendo una nueva ventana de posibilidades, ya que en su empresa siempre buscaban elaborar la misma pieza en diferentes materiales, acabados y técnicas.


Como él mismo dice, lo que más admira es tener una visión 360º que no sólo se limita a observar a su alrededor, sino también a través del tiempo; Pasado-Presente y Futuro.

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